Al final no me quedé en casa con mis pantuflas y mi manta de Iberia. Tampoco fui a la gala con ese atuendo, aunque, al lado de XXX no hubiera desentonado. (En XXX cada uno coloca el nombre que le parezca más adecuado).
Estuve viendo la gala diferida tomando algo con unos cuantos amigos. Y por fin he entendido esa expresión tópica de "la resaca de los Goya".
Como todo el mundo, tengo una opinión sobre el vestido de María Valverde, el premio al mejor guión, la ausencia de Almodóvar, los sketches de Corbacho... etc.
Os invito a colgar aquí las vuestras.
Pero hay algo que me parece un poco más objetivo, algo que la Academia - en mi opinión - debería intentar solucionar: me refiero a los premios en el apartado de cortometrajes.
Me voy a explicar: en España hay cientos de festivales de cortos de los que apenas te enteras si no eres concursante, si no presentas el tuyo.
Pero, eso sí, entre el centenar largo de cortos que se graban o ruedan cada año, suele haber un puñado que acumula los premios. Muchas veces tienen calidad extraodinaria, tocan la fibra sensible del jurado, resultan muy graciosos... lo que sea.
Presentas tu corto en Albacete y te gana Fulanito. Vas a Alcalá y te vuelve a ganar Fulanito. Y así en casi todas las capitales de provincia. Si no es Fulanito, es Zutanito o Menganito. Siempre o casi siempre los mismos.
Al final del año, después de pasear tu corto por toda la Península, acabas admitiendo que esos cuatro o cinco cortos son los mejores del año.
Estupendo.
Entonces es cuando llegan los Goya.
¿Y qué pasa?
Que no nominan a tu corto.
Lo entiendes. Si no ha sido capaz de pasar la criba del concurso de cortos de Guijuelo, es lógico que no pase la de los Goya.
Lo que no acabas de entender es que... de los cortos candidatos a los Goya no conozcas ninguno. Tú, que te has corrido juergas con todos los cortometrajistas del país, que, a fuerza de concurso has acabado conociendo a scripts, productores, actores y directores de foto... no sabes quiénes son esos tipos nominados.
Entre los candidatos no están ni Zutanito ni Fulanito, los tipos que se están construyendo un chalet con los premios ganados. Como mucho, conoces a uno de los cuatro. Y, además, no suele ganar.
En cambio, algunos cortos casi inéditos en el "circuito" sí están entre los finalistas. Y, frecuentemente, son también los ganadores.
Todos los años ocurre lo mismo.
Pero algunos años, como éste, es mucho peor.
Dos de esos cortos premiados en docenas de concursos, Los
Fulanito y
Zutanito del 2006, están optando para otro premio más. Una tontería. Una cosa alargada y dorada que dan en Hollywood. El Oscar.
Dos cortos nacionales. De cinco candidatos, dos son de aquí.
Guay.
Y la pregunta es... ¿cuál de ellos ganó el Goya ayer? ¿Cuál está mejor colocado para los Oscar?
La respuesta es... ninguno.
Los dos candidatos al Oscar no estaban ni entre los nominados a los Goya.
¿Podemos permitirnos que vuelva a pasar?
Claro que sí pero...
yo creo que no deberíamos.
Me parece que es urgente revisar cómo se lleva a cabo la selección de cortometrajes. Corregidme si me equivoco pero creo que en el caso de los Oscar, los cortos premiados en ciertos festivales internacionales reconocidos se ganan la posibilidad de ser nominados. El comité de selección de la Academia no tiene que ver todos los cortos sino que elige entre este grupo. ¿No podría hacerse algo así para los Goya? ¿Se os ocurren otras maneras de acabar con esta arbitrariedad tan... curiosa?
Etiquetas: cine español, cortometrajes, premios Goya