Peces abisales fuera del agua
El pianista propone un meme, que es algo así como lanzar un guante, un desafío a los demás bloguionistas... también podríamos verlo como un buen embolado ciberespacial.
Sí, algo más chungo todavía.
Vamos allá.
Momento Nabo: (equivalente de "la del boniato" citada por el pianista) Dícese de todo momento en el que un personaje hace una declaración solemne. Como Scarlett en "Lo que el viento se llevó" asegura que nunca volverá a pasar hambre con una ¿raíz? en la mano. Nuestro Albertucho se pone solemne y dice que, después del trato que le han dispensado, jamás volverá a comer las lentejas de casa Simón, aunque sea la única posada abierta. Y hace constar tal solemne declaración ante todos los figurantes que producción haya conseguido reunir. Con el ritmo al que avanzan las tramas, es imaginable que Albertucho esté hartándose de lentejas en Casa Simón dentro de cuatro episodios.
Ejemplo:
DECLARANTE
Quiere hacer una especie de glosario de términos empleados en esas calderas del infierno que son las salas en las que se reúnen los escaletistas. ¿A qué fin? Ni idea. Perversiones del pianista.
El Hastiado ya ha contestado y luego el propio Pianista ha ido añadiendo fascículos y fascículos al asunto, como si esto fuera una demencial enciclopedia de guionismo por entregas.Muchos de estos términos corren el riesgo de ser como los peces abisales: brillan, fosforescentes, ahí adentro, en las reuniones de escaletistas, pero luego los sacas y son más feos que Picio. Hablo de los peces abisales. Algunos escaletistas, pese a no ser fosforescentes, tenemos un pase. (Sobre todo si nos comparamos con el tal Picio: hombre que iba a ser ejecutado en un pueblo de Granada y recibió el indulto a última hora. Para entonces ya había perdido el pelo, las cejas y las pestañas. Todo sobre Picio su ventura y desventura en esta entrada de la Wikipedia. Procrastina que algo queda).
Pero al Pianista le hace ilusión que contribuyamos al glosario y vamos a darle el capricho, que es mejor no meterse con un bloguero zombi, igual me muerde y me pasa algo chungo.
Pero al Pianista le hace ilusión que contribuyamos al glosario y vamos a darle el capricho, que es mejor no meterse con un bloguero zombi, igual me muerde y me pasa algo chungo.
Sí, algo más chungo todavía.
Vamos allá.
Momento Nabo: (equivalente de "la del boniato" citada por el pianista) Dícese de todo momento en el que un personaje hace una declaración solemne. Como Scarlett en "Lo que el viento se llevó" asegura que nunca volverá a pasar hambre con una ¿raíz? en la mano. Nuestro Albertucho se pone solemne y dice que, después del trato que le han dispensado, jamás volverá a comer las lentejas de casa Simón, aunque sea la única posada abierta. Y hace constar tal solemne declaración ante todos los figurantes que producción haya conseguido reunir. Con el ritmo al que avanzan las tramas, es imaginable que Albertucho esté hartándose de lentejas en Casa Simón dentro de cuatro episodios.
(Ilustración del "momento nabo", en uno de los impagables post-its de mi compañera Marta)
Oreja: dícese del personaje cuya función básica es escuchar los problemas de otro. Así, la marcha de un actor deja a un personaje sin oreja, cosa menos cruenta de lo que uno podría esperar. Eso sí, cual cirujanos reconstructores, los escaletitas tenemos entonces que afanarnos en construir una oreja para el recientemente privado de pabellón auricular. Así que, de pronto, ese tipo que odiaba al prota porque arruinó su empresa y empujó la silla de ruedas de su madre (con madre incluida) por las escaleras, decide echar pelillos a la mar y comienza a estar deseoso de escuchar sus confidencias.
Otra función del personaje oreja es ser activador del escuchado. La oreja y la lengua están mucho más cerca de lo que parece. Así que cuando el protagonista le dice a su oreja que le encantaría participar en un trío con las dos chicas que se disputan su amor, el otro le aconseja que adelante con el tirante, que todo el campo es orégano y que en el sexo no molan los números pares. Frecuentemente, este mismo personaje es el que, una semana antes, aconsejó al protagonista que abrazara el sacerdocio y disfrutara de las ventajas del celibato pero... ¿quién se para a pensar en estas menudencias? El pobre oreja es un poco inconstante en sus consejos pero... ¿quién no enloquecería de tanto escuchar las penas del maldito protagonista?
Dos caballos: Concepto algo difícil de explicar. Tiene que ver con los objetivos de los personajes. Cuando un personaje parece querer más de una cosa a la vez y... esos dos objetivos no son del todo conciliables. Por seguir con el asunto sexual: si uno quiere hacerle cierta cosa a la chica rubia y a la vez desea recibir cierta cosa de la misma chica rubia, tiene que elegir entre cuál de las cosas practica primero, puesto que ambas cosas son imposibles de simultanear si la chica rubia está en una única pieza. No sé si os habéis enterado del concepto, pero seguro que os habéis hecho una idea muy clara de cuáles son mis fantasías más íntimas.
Este pavo no está en este raccord: con raccord nos referimos aquí al "bagaje" emocional del personaje. Si nuestro pavo en cuestión viene de ser humillado en público, no parece conveniente que en la siguiente secuencia se le presente como el alma de la fiesta de la empresa, encabezando la conga entre las fotocopiadoras y metiendo mano a las secretarias. No, simplemente el tipo no está en ese raccord.
Secuencia de Arroz con mango: parecida a la de los dos caballos, pero algo más clarita. Dícese de la secuencia en la que hay que introducir dos contenidos que no tienen relación entre sí. Por un lado Paco recibe la noticia de que su padre acaba de morir atropellado y por otro, hay que informar al espectador de que Paco puede recoger ya los patines que dejó a arreglar en el taller mecánico de patines del barrio. Sí, es un marrón. Pero a veces hay que hacer eso: malabares. Una muerte y unos patines que ruedan como nunca, recién engrasaditos. Arroz con mango.
Secuencia Viva Cartagena: Dícese de gran secuencia (normalmente final) en la que se agrupan todos los personajes (y los figurantes que no han estado en la secuencia del juramento de las lentejas) y se resuelve el conflicto de una vez por todas. Estilo teatro clásico: el juez va a dictar sentencia, están presentes el acusado y el acusador, aparece el hijo secreto del acusador, luego el hijo secreto del acusado, el juez desvela que él es hijo del acusado, la abogado defensora desvela que ella era un hombre, hijo del juez, hasta que el año pasado un ciclomotor le cayó sobre la entrepierna... Es decir, mucho lío con muchos personajes, mucho ruido y final grandilocuente, ¡viva Cartagena! - grita la turba.
Un 120. (En la versión del pianista, un 75 o un prop). Dícese de categoría de figurante con frase o figurante especial cuya participación está limitada a 120 (o 75) caracteres. Sí, caracteres. Sí, caracteres, insisto. No frases, no palabras, ni siquiera letras: caracteres. Lo que puede decir cabe en un SMS. Y n vl scrbrlo asi. Un 120 puede cubrir perfectamente el papel de camarero: "¿Una de rabas, don Arturo?" por ejemplo son unos 22 caracteres. El tipo puede darle los buenos días a don Arturo, sentarlo en la mejor mesa, ofrecerle vino o algo de picar... Un 120 como camarero, taxista, bedel, secretario, está bien. El problema es cuando el 120 tiene que ser el policía que toma declaración al protagonista o... el juez que lleva a cabo una vista oral y dicta sentencia. En ese caso el dialoguista se ve con un pequeño problema. Ni siquiera haciendo malabares (pese a la práctica que ha adquirido escribiendo la secuencia de la muerte y los patines) es capaz de hacer un interrogatorio y sentencia en la extensión de un SMS. Así que el juez resultará más bien lacónico pero de gran expresividad facial, pues se hará reposar casi toda la exposición verbal en su compañero de secuencia, con una categoría laboral más acomodada. Es decir, haremos que el actor contratado lleve el peso del parloteo.
Dos caballos: Concepto algo difícil de explicar. Tiene que ver con los objetivos de los personajes. Cuando un personaje parece querer más de una cosa a la vez y... esos dos objetivos no son del todo conciliables. Por seguir con el asunto sexual: si uno quiere hacerle cierta cosa a la chica rubia y a la vez desea recibir cierta cosa de la misma chica rubia, tiene que elegir entre cuál de las cosas practica primero, puesto que ambas cosas son imposibles de simultanear si la chica rubia está en una única pieza. No sé si os habéis enterado del concepto, pero seguro que os habéis hecho una idea muy clara de cuáles son mis fantasías más íntimas.
Este pavo no está en este raccord: con raccord nos referimos aquí al "bagaje" emocional del personaje. Si nuestro pavo en cuestión viene de ser humillado en público, no parece conveniente que en la siguiente secuencia se le presente como el alma de la fiesta de la empresa, encabezando la conga entre las fotocopiadoras y metiendo mano a las secretarias. No, simplemente el tipo no está en ese raccord.
Secuencia de Arroz con mango: parecida a la de los dos caballos, pero algo más clarita. Dícese de la secuencia en la que hay que introducir dos contenidos que no tienen relación entre sí. Por un lado Paco recibe la noticia de que su padre acaba de morir atropellado y por otro, hay que informar al espectador de que Paco puede recoger ya los patines que dejó a arreglar en el taller mecánico de patines del barrio. Sí, es un marrón. Pero a veces hay que hacer eso: malabares. Una muerte y unos patines que ruedan como nunca, recién engrasaditos. Arroz con mango.
Secuencia Viva Cartagena: Dícese de gran secuencia (normalmente final) en la que se agrupan todos los personajes (y los figurantes que no han estado en la secuencia del juramento de las lentejas) y se resuelve el conflicto de una vez por todas. Estilo teatro clásico: el juez va a dictar sentencia, están presentes el acusado y el acusador, aparece el hijo secreto del acusador, luego el hijo secreto del acusado, el juez desvela que él es hijo del acusado, la abogado defensora desvela que ella era un hombre, hijo del juez, hasta que el año pasado un ciclomotor le cayó sobre la entrepierna... Es decir, mucho lío con muchos personajes, mucho ruido y final grandilocuente, ¡viva Cartagena! - grita la turba.
Un 120. (En la versión del pianista, un 75 o un prop). Dícese de categoría de figurante con frase o figurante especial cuya participación está limitada a 120 (o 75) caracteres. Sí, caracteres. Sí, caracteres, insisto. No frases, no palabras, ni siquiera letras: caracteres. Lo que puede decir cabe en un SMS. Y n vl scrbrlo asi. Un 120 puede cubrir perfectamente el papel de camarero: "¿Una de rabas, don Arturo?" por ejemplo son unos 22 caracteres. El tipo puede darle los buenos días a don Arturo, sentarlo en la mejor mesa, ofrecerle vino o algo de picar... Un 120 como camarero, taxista, bedel, secretario, está bien. El problema es cuando el 120 tiene que ser el policía que toma declaración al protagonista o... el juez que lleva a cabo una vista oral y dicta sentencia. En ese caso el dialoguista se ve con un pequeño problema. Ni siquiera haciendo malabares (pese a la práctica que ha adquirido escribiendo la secuencia de la muerte y los patines) es capaz de hacer un interrogatorio y sentencia en la extensión de un SMS. Así que el juez resultará más bien lacónico pero de gran expresividad facial, pues se hará reposar casi toda la exposición verbal en su compañero de secuencia, con una categoría laboral más acomodada. Es decir, haremos que el actor contratado lleve el peso del parloteo.
Ejemplo:
JUEZ
¿Y esa noche...?
DECLARANTE
Sí, señoría, esa noche yo la vi, llevaba su vestido rojo y su
mechero a juego, eran sobre las doce y media...
JUEZ
Hmm...
DECLARANTE
Noto por su expresión que desconfía de mi testimonio, señor juez,
pues puedo jurarle que miré el reloj en
aquél momento y la luz de la luna iluminó su esfera...
Como véis, este juez es un crack, logra una declaración completa con media frase y un gruñido.
Bien, creo que lo dejo aquí, que estoy en... raccord perezoso.
Todas estas expresiones son fruto del ingenio y la represión sexual de demasiada gente encerrada en espacios demasiado pequeños durante demasiado tiempo.
Sólo son gruñidos de la sala de calderas.
Muchas me las han transmitido mis compañeros actuales de "Yo soy Bea", otras vienen de otras experiencias anteriores, en otras guerras.
Si os portáis mal (o si el pianista se empeña) habrá más.
Bien, creo que lo dejo aquí, que estoy en... raccord perezoso.
Todas estas expresiones son fruto del ingenio y la represión sexual de demasiada gente encerrada en espacios demasiado pequeños durante demasiado tiempo.
Sólo son gruñidos de la sala de calderas.
Muchas me las han transmitido mis compañeros actuales de "Yo soy Bea", otras vienen de otras experiencias anteriores, en otras guerras.
Si os portáis mal (o si el pianista se empeña) habrá más.
¿Habéis oído alguna vez alguna de estas expresiones? ¿Qué versiones utilizáis vosotros? ¿Habéis entendido algo de todo este post? ¿Debo renunciar a escribir en el blog después de beber tres cervezas? ¿Debería Blogger introducir un alcoholímetro que impidiera el acceso a blogueros achispados?
Etiquetas: empezando a escribir, internet, personal, procrastinación, reflexiones sobre escritura, tv españa
7 Comments:
Hola Daniel
Soy uno de esos chavales incautos a los que les diste la charla en la ECAM el año pasado. Tranquilo todavía no se ha suicidado nadie, aunque alguno estamos a punto después de todo el verano buscando trabajo.
Decirte que tu blog es muy producitivos para los que empezamos. Aunque estoy seguro que lo primero que no diré en mi futuro trabajo será "Eso es un momento nabo", que puede ser muy profesional, pero seguro que no duro ni dos días.
Por último en clase utilizabamos dos que decia mucho Matji:
El mapa de la india: Viene a ser cuando haces una explicación de todo lo que ha hecho el personaje antes de que le conocieramos. Lo de mapa de la india viene por esas peliculas antiguas en las que salía un mapa de la India con todas sus regiones y una voz en off explicaba como y donde había empezado la guerra y las regiones por las que se había extendido.
Momento Bla, Bla: Esto es cuando el protagonista de la secuencia esta actuando de forma oculta y o se está fijando en algo que sucede lejos de él. Entonces hay un secundario con el que hablá simplemente para disimular y da exactamente igual el dialogo, por lo que se puede susituir por bla,bla. Rollo:
JAMES BOND se sienta a jugar en una mesa del Casino, mientras sigue con la mirada al MALO MALISIMO.
CRUPIER
La apuesta minima es 35
James deja unas fichas en la mesa, mientras ve que el Malo se dirige al bar.
CRUPIER
Estas fichas no son validas
por bla,bla,bla,bla
JAMES
¿Qué?
CRUPIER
Blablablabla.
James miras las fichas y las cambia por otras, cuando alza la cabeza el Malo Malisimo ha desaparecido.
Un saludo. Corra.
nada que ver, pero... ¿de la movida de Boyero no vas a hablar?
besos de una fiel lectora.
Como entiendo que lo de "Lo que el tiempo se llevó" lo has colocado expresamente para poner a prueba nuestra atención lectora, me limitaré a hacer una pregunta que no tiene nada que ver: ¿para cuándo 'Yo soy Picio', el spin off de 'Yo soy Bea'?
Muy didáctico sin duda. Aunque muchas veces no veo relación entre el apodo y el recurso que comentas. Pero claro, cada uno hace uso de sus coñas internar entre amigos.
Hola, corra, me alegro de que sigais vivos después de que por ahí se pasara el vocero del apocalipsis.
No, no digas lo del "momento nabo", ni siquiera si tu curro es en la serie web "Lo que surja" ;)
Me gusta lo del momento Bla, bla. Nosotros lo usamos en un sentido más básico: esta es una secuencia de bla, bla... (no es exactamente un cumplido, sobre todo si quien la califica así es un realizador).
Hmmm, me encanta tener fieles lectoras anónimas. Lo de Boyero, Marías, etc. ¿Ha replicado Boyero a la carta? Si sabes algo, dímelo please. Tal vez escriba algo, sí, aunque últimamente estoy un poco desconectado de la prensa.
Al... te llevas un 10 en atención lectora, maldito ;) Ya está corregido. Me encantaría trabajar en "Yo soy Picio", creo que podría volcar algunas frustaciones personales en ese proyecto. Podría ser una versión masculina de "Yo soy Bea". "Yo soy Picio, el difícil de ver".
Hola, Morzongo, sí algunos de los nombres y conceptos son tan de consumo interno, bromas privadas de un grupo, que resultan difíciles de entender fuera. A eso me refería con lo de los peces abisales. Un abrazo fuerte.
Me parto. Fantástica ilustración la de Marta.
Pero ¿para qué están los guionistas si todo se lo van inventado los actores sobre la marcha?
(no me lancéis la silla que era una broma, leche)
genial el post, me ha encantado, se aprenden cosas y tiene muchísima gracia
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