5.7.08

¿Un libro para el verano?

Inauguro aquí la sección "Libros que no sé si recomendar o... Tío, atento que te puedo ahorrar 25 euros".



Desde hace tiempo, tenía ganas de leer Sexo, mentiras y Hollywood (“Down and dirty pictures”) de Peter Biskind, el autor de “Moteros tranquilos, toros salvajes” (originalmente, “Easy riders, Raging bulls” - este hombre es el terror del traductor, le encanta hacer juegos de palabras con los títulos originales de las películas. Como muchos de ellos fueron traducidos libremente, los libros acaban teniendo títulos tan extraños como ése).

Moteros…” era una especie de “Aquí hay tomate” sobre el cine norteamericano de los 70. Lleno de anécdotas escabrosas sobre cómo Coppola, Bogdanovich, Scorsese y Spielberg entre otros, cambiaron el cine dejándose la fortuna, la cordura, el tabique nasal y/o la integridad en el camino. Ese libro es tan adictivo como una bolsa de Doritos Tex Mex: no puedes dejarlo hasta que lo acabas. Y, cuando lo acabas, metes el dedo entre los pliegues para buscar migajas. Y luego metes directamente la lengua en las rendijas y... bien, se me está yendo la olla pero… sabed que, a diferencia de las bolsas de Doritos, nunca llegué a chupar el libro. Que yo recuerde.

Como comprenderéis, con ese precedente, me moría de ganas de leer “Sexo, mentiras y Hollywood”. Cada vez que lo veía en una librería me guiñaba el ojo desde las estanterías como… una bolsa de Dori… mejor dejo ya la analogía.
Dejé de entrar en librerías durante años para evitar cruzarme con el libro pero, por fin, el otro día, decidí caer en la tentación, que según Wilde (y creo que también un anuncio de Milka) es la mejor manera de evitarla.

Bien, sólo puedo decir que el reencuentro con el ex ha sido de lo más decepcionante. Yo recordaba sus hábiles mordiscos en los muslos, esos sensuales susurros: “Coppola casi se vuelve loco rodando en Filipinas, Melissa Matheson… Bogdanovich en su limusina… Cybill Shepard, Scorsese y la coca, Bonnie and Clyde…” y ahora, todo lo que Biskind me dice al oído es “Harvey Weinstein, Sundance, IFC, October… Bingham Ray…”.

"¿IFC?" "¿Bingham Ray?" ¿Qué demonios es esto, Peter? ¿Tienes oportunidad de escribir un libro sobre el cine independiente norteamericano desde los ochenta hasta la actualidad y te sale… esto?

Sexo, mentiras y Hollywood” es una historia con un protagonista: Harvey Weinstein (y su hermano Bob, fundadores de Miramax y copresidentes de este estudio independiente hasta hace poco), un secundario importante: Robert Redford (fundador del Instituto Sudance, el Festival de Sundance y varias Sundancecosas más), y unos cuantos episódicos (Bingham Ray, Steven Soderbergh…).

Parte del problema es que… realmente sólo interesa la historia de Harvey Weinstein, sobre todo cuando se cuentan algunas de sus legendarias salidas de tono: cuando coge a un tipo por las solapas y le grita a la cara (tras la bronca, el sujeto admite haber adivinado perfectamente lo que había almorzado Harvey – sí, es mi frase favorita del libro. Sí, (#2) no sabía cómo meterla aquí), cuando tira cigarrillos encendidos a sus colaboradores… En fin, ese tipo de cosas divertidas que hace un productor con carácter.

De vez en cuando, Biskind pasa de la historia de Weinstein (conocido como Harvey Manostijeras por su tendencia a cortar las películas: Bertolucci y muchos otros han sido sus víctimas) a la de Robert Redford y…. entonces todo se vuelve muy aburrido. Lo que dice sobre este tema puede reducirse a dos puntos: Redford es un tipo con buenas ideas, pero tarda mucho en tomar decisiones. El festival de Sundance, que fundó, se convirtió en un festival importante cuando empezó a admitir películas algo más arriesgadas y se alejó de las pelis coñazo que seleccionaban al principio. Ahora se ha vuelto una especie de feria comercial inmensa.

Si la trama Sundance es aburrida, la tercera es simplemente absurda. Biskind nos habla de October Films, otra productora y distribuidora de películas independientes. El porqué nos cuenta esto Biskind sigue siendo un gran misterio para mí. He sacado en claro que… un tal Bingham Ray y otro socio montan una empresa. Se asocian con un tipo, que les intenta hacer una pirula… lo echan, pero luego llegan otros tipos que compran la empresa… Un lío empresarial en el que de vez en cuando se menciona alguna peli.

A lo largo de toda la lectura uno está esperando que converjan estas tres líneas, sobre todo para dotar de cierto sentido a las tramas Sundance y October pero… eso nunca llega a ocurrir. Redford nunca sufre una bronca de Weinstein, Bingham Ray no acaba en la cama con la productora de Todd Haynes… nada de nada.

Biskind hace de los productores, distribuidores y organizadores de festivales los protagonistas de su libro. Supongo que gran parte de los problemas de este libro se basan en esa decisión. ¿Quién prefiere escuchar la historia de cómo Amin Malin fundó Artisan en lugar de la de Kevin Smith rodando “Clerks”? ¿Alguien prefiere oír sobre negociaciones de derechos de vídeo en una suite de hotel de Park City a saberlo todo sobre ese escandaloso rodaje en el que Tarantino le hizo eso a Uma Thurman con aquéllas bolas de cobre? Sí, eso.

(Evidentemente, lo de Uma y Tarantino es un bulo que acabo de inventarme pero… ¿alguno de vosotros se acuerda de lo del hotel de Park City?)

Por debajo de toda la hojarasca, bajo las repetitivas descripciones de cómo Harvey cortó esta película o Sundance seleccionó aquélla otra, se advierte que Biskind nos quiere contar algo no demasiado diferente de lo que decía en “Moteros tranquilos…”. A saber, que el cine independiente de los ochenta y noventa, simbolizado según él por Sundance y Miramax, ha perdido su voluntad de arriesgar, se ha institucionalizado y ha sido absorbido por los grandes estudios.

Sexo, mentiras y Hollywood” puede ser una lectura interesante (personalmente, creo que no es mucho mejor que verse una temporada de “Entourage”, en la que, por cierto, hay un episódico muy parecido a Harvey Weinstein en acción en Sundance) y tal vez incluso a alguno de vosotros le parezca un gran libro.

Me atrevo a pensar que eso será porque no ha leído todavía “Moteros tranquilos…”. ¿A qué esperas? ¿No ves que ahí están las gloriosas historias de Warren Beaty, Steven Spielberg y John Milius guiñándote el ojo desde la estantería, como una gran bolsa de Doritos Tex Mex? Olvídate de Harvey Weinstein, Miramax y los 90 y lánzate sobre aquél libro. No lo lamentarás.

Más sobre "Sexo, mentiras y Hollywood" en este post de casiopea, este otro de escritopor, con enlace a esta buena reseña (más entusiasta que la mía). Aquí, en inglés, entrevista de la BBC con Peter Biskind, autor del libro.

Etiquetas: , , ,

8 Comments:

Blogger Juancho Casañas said...

¡Acuérdate del post de la ECAM! jeje, es que lo he estado esperando. Saludos.

1:28 p. m.  
Blogger Teniente Colombo said...

Toda la razón macho: Moteros tranquilos: caviar. Sexo, mentiras, etc. un aburrimiento acojonante.

2:34 p. m.  
Blogger Sr. Plop!! said...

excelente blog!
mi nombre es J. Baldín y te envio dos links para que veas lo que hago y lo que hacemos, como artistas y guionista (que es un arte)
http://www.joaquinbaldin.blogspot.com
http://www.estudiove.blogspot.com
Un abrazo desde Argentina y espero que estemos en contacto!
J. Baldín

10:42 p. m.  
Blogger Daniel said...

Juan Luis, gracias por recordármelo, no te fallo, prontito, ese post sobre la ECAM

11:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Por qué no se publicarán libros así en España? Porque todo el mundo en la industria sabe de los trapicheos de tal, de tal y de tal productor, y de los tejemanejes en las tal o tal conceseión de subvenciones, de los líos de faldas, pantalones, tabiques nasales, triquinis y zapatos de plataforma de tal actor y tal actriz para conseguir tal papel que le cambió la vida...

Tengo la impresión de que nuestra industria cinematográfica es tan raquítica, que ni siquiera puede permitirse esos lujos. Y nadie que quiera seguir comiendo de ella, va a arriesgarse.

7:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Servidor ha leído el mentado libro y la verdad es que sí que le parece interesante. Pone de un verde a Q.T. que...

Y el de los moteros tendré que comprármelo.

Por cierto: saludos a Colmbo.

FDO: Metabarón

11:52 a. m.  
Blogger Prisamata said...

los dos libros son la bomba, y una clave para entender como funciona el cine

lo que pasa es que los 70 son mucho más interesantes que los 90

8:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Disiento de la opinión de Dani. Yo encontré el libro muy interesante y revelador sobre los aledaños de Hollywood, y me encanta leer sobre Bingham Ray y October Pictures y las líneas Classic de la grandes compañías, porque te recuerda que las películas las hace gente real (no sólo el director), que tienen vidas como cualquiera y cuyas decisiones se basan a menudo en que les cae bien alguien, u odian a su antiguo jefe y le quieren dar por saco, etc. Yo pongo mi nuevo dvd de Michel Gondry y veo que está producida por Focus Pictures, y entonces recuerdo que media docena o más de las películas que más me han gustado en los últimos años tenían ese logo al comienzo, y me pregunto joder, quién es esta peña que produce películas tan guays. Y un libro como este quizá te lo cuenta, o al revés, te preguntas por qué aquella productor que hacía pelis tan buenas de repente no saca más que mierda y al final desaparece. Y se trata simplemente de que despidieron al único tío que tenía olfato para los proyectos, etc.
Creo, dani, que el problema es que tú esperabas Moteros 2, la ruta salvaje continúa. Yo también lo esperaba, pero es imposible escribir ese libro, y menos ambientado en los noventa. Simplemente el tema no da. No hay ninguna figura en el cine yanqui contemporáneo que sea el equivalente del coppola de los 70 o de Spielberg o de Lucas. Ni siquiera ellos mismos. Precisamente una de las moralejas de Moteros es que Coppola, Friedkin, Scorsese y compañía hicieron una política de tierra quemada, haciendo imposible que los estudios vuelvan a dejar tanto poder en manos de unos directores alcohólicos y drogadictos. Sexo, Mentiras etc es un libro pequeñito porque en comparación, habla de figuras pequeñitas. Harvey Weinstein es lo más parecido a una figura setentera que sale en el libro, y por eso es el personaje más memorable, pero el mismo libro nos muestra que ante el imperio del Ratón hasta Weinstein se tiene que achantar.

Y también disiento sobre cómo crees que Robert Redford sale retratado. En mi opinión, el Redford que se adivina en su comportamiento del libro es un gilipollas y un cabrón que casi se carga la carrera de Soderbergh y sabe dios cuántos otros cervatillos que pasaron por Sundance.

Por cierto, para los interesados en un libro que hable menos de los Bingham Rays y más de los cineastas y sus películas, y de cómo Tarantino le rompió el corazón a Allison Anders entre otras cosas, recomiendo The Sundance Kids, de Rex Mottram. Éste sí que sabe a Doritos Tex Mex...

9:40 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home