Pequeña provocación
No nos engañemos: el guión es simplemente una exigencia de producción. Los contables quieren saber cuántos días tienen que prever para exteriores. Cuantos octavos de página tiene este actor. Qué tipo de contrato se le puede hacer. Cuántos focos les va a pedir el dire de foto. A cuánta gente hay que pagarle el hotel cerca de esta localización. Cuántos minutos durará la broma en total y cuánta tela les va a pedir el laboratorio.
Si no costara mucha pasta alquilar el plató y las cámaras, si no hubiera que pagar a los actores, si uno tuviera a su disposición, gratis y en cualquier momento, el vestuario y la decoración necesaria... no haría falta el guión.
En un (utópico) mundo ideal una película podría ir haciéndose sin demasiadas pautas previas. Los ensayos con los actores, la grabación de horas y horas de material, el montaje, servirían para ir encontrando la historia, si es que era una historia lo que se quería contar.
Rodar una película sería una auténtica aventura, como un viaje sin mapa, no simplemente una carrera de resistencia.
Lo queramos o no, el guión es el principal impedimento para que el cine se parezca a la vida.
Y cuanto más cara sea la producción, menos vida hay en sus planos. Menos espacio para la improvisación, la libertad y la sorpresa. Alquilar al único elefante que nada de espaldas tiene sus servidumbres.
Por eso, pese a que también están provocando muchos problemas a la "industria", creo que las nuevas tecnologías (cámaras de vídeo de gran resolución a precios muy razonables, portales para difundir películas por Internet universalmente) tal vez nos pueden ayudar a conseguir algo que me da la impresión de que vamos necesitando desde hace un tiempo; acabar de una vez por todas con ese imperativo impuesto por los ejecutivos, con esa receta supuestamente mágica, ese mecanismo sin alma, esa cárcel para la espontaneidad que llamamos "guión".
Etiquetas: cine, personal, reflexiones sobre escritura, series tv
8 Comments:
¿Y llamas a esta provocación "pequeña"?
Ácrata!!
Un abrazo
Esto... Creo que iba a decir algo sensato y profundo sobre el tema... pero es que así, improvisando, no me sale.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ole
Con todos mis respetos: Vaya gilipollez de post.
Me sumo a Martín Barquero, también creía que diría algo inteligente, o al menos sensato sobre el tema pero es que ¿quién puede hablar sensatamente viviendo de esto?.
Por cierto, ¿por qué todos los que critican siempre lo hacen anónimamente? (Es una obviedad, pero no me resisto a comentarlo porque me da una rabia....)
Del nihilismo al vitalismo, ¿no, colega?
Por cierto tenemos más amigos no-virtuales en común de los que pensaba.
Salut!
Gracias a todos por los comentarios.
Sí, tuve un arranque un pelín ácrata pero no creáis que me arrepiento demasiado.
Hola, Prisa, ¡salud! Sí, tenemos unos cuantos amigos en común, cierto. ¿Qué tal todo? Un placer volver a verte por aquí.
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