Para una novata con sueños de grandeza

Hola daniel,

mi nombre es Bea, tengo 23 años y soy licenciada en periodismo. Llegué a tu blog por casualidad y quisiera pedirte un consejillo profesional.
Verás, uno de mis sueños es trabajar como guionista de cine y, sobre todo, de televisión. He estado mirando cursos de guión pero están carísimos y no sé hasta qué punto es factible apuntarse a un curso de guión para convertirse en guionista. ¿Me lo recomiendas? ¿Alguno en particular?
¿Cómo empezaste a trabajar como guionista? ¿Qué pasos debería hacer, talvez presentar algún guión a una productora? ¿O acaban esos guiones en la basura junto a los cv?

Plis guía un poquito a esta novata con sueños de grandeza.

Gracias

Gracias a ti por tomarte la molestia de escribir.

Bea, yo también estudié periodismo. Después me di cuenta de que me gustaba más inventarme noticias que contarlas tal cual eran. Así que decidí dedicarme a la ficción. Ojalá algunos directores de periódico hubieran llegado a la misma conclusión. Ahora mismo nos estaríamos ahorrando unos cuantos problemillas.

Como bien sabrás, no es imprescindible estudiar periodismo para trabajar en un periódico. Pues pasa lo mismo con el guión. Muchos guionistas no han pasado por una escuela. Pero... yo creo que ayuda.

Seguramente también hay tipos que pueden aprender solos a hacer el triple mortal, pero tal vez resulte algo más duro que hacerlo guiado por un profesor. Pues eso. Lo de escribir guiones es como hacer el triple mortal. Bueno, tal vez sea peor para la cabeza.

Eso sí, conviene encontrar la escuela más adecuada para lo que quieres y, una vez en ella, aprovechar al máximo lo que te pueda dar.

Después de este párrafo de tópicos vamos con... mi batallita personal. Adelanto que no es un tanto excepcional (pero es que creo que este mundo de los guionistas es un mundo de excepciones)

Estudié en la ECAM, en Madrid, después de hacer periodismo. Recomiendo esta escuela a pesar de que tiene un montón de detractores. Los profesores que no estaban locos de remate eran bastante buenos. Y alguno de los locos también. Uno de los cuerdos (ejem... tal vez no tanto, por lo que voy a contar a continuación) era Juan Miguel Lamet. Le gustó el guión que escribí para su clase de segundo curso y se lo llevó a una directora. Ésta a su productor. El productor vio que aquello podía ser barato. Y consiguió montar el proyecto. Meses más tarde, se leyó el guión. (Y no va en broma).

La peli se rodó. Luego vino otra para el mismo productor, y pasó todavía más inadvertida.

Lo atípico es que al poco tiempo de salir de la ECAM tenía dos largos rodados y... experiencia casi nula en TV (sólo una larga temporada en una productora de dibujos animados y un paso muy muy fugaz por una comedia).

Poco a poco he ido trabajando en más series de televisión mientras escribía mis propios guiones de largometraje (no se ha rodado ninguno más, por ahora, pero varios están “moviéndose” por ahí).

Creo que sólo he enviado una vez un guión a una productora. Me respondieron que no les interesaba. Poco tiempo más tarde ese guión ganaba el Pilar Miró. Como decía William Goldman: “nadie sabe nada”. Si pudiera añadir algo diría que los productores españoles saben menos todavía. Tal vez porque creen que ellos sí saben algo.

Tampoco he llamado nunca a una productora para que me den trabajo. ¿Por qué? Por que soy tímido y me da vergüenza pedir favores.

Eso es bastante chungo en este curro.

Así que, para compensar, prácticamente nunca he rechazado una oferta de trabajo. ¿Cómo te llegan si no las buscas? Gracias a amigos, compañeros de trabajo, etc.

Por otro lado, también he escrito muchísimos proyectos personales, sin ningún encargo. Llevo casi doce largos escritos. Aunque no se produzcan, puedes enviarlos a concursos, pasárselos a amigos, entregarlos en productoras cuando te piden proyectos. A veces un guión te sirve para que... te encarguen otro. Para que un dire sepa cómo escribes, para que un coordinador de guiones sepa que puedes dialogar ése género, etc.

Mucha gente envía sus guiones, o los lleva en persona, a las productoras. No sé qué empresas se los leen y cuáles los tiran directamente al contenedor (una vez vi cómo lo hacían ante mis ojos), pero me da la sensación de que es un camino que suele ser poco útil. Lo interesante es que tu guión llegue a una persona que lo espera o, al menos, que sabe que tú existes. Alguien que te ha comentado en una fiesta que está buscando un musical sobre el drama del pueblo armenio (justo el tema de tu guión de 210 páginas). Pero, ¿cómo se consigue esto?

No lo sé. Gracias a una combinación de trabajo, suerte, talento y cierta capacidad para las relaciones sociales, supongo.

Como los tres primeros elementos son muy tópicos, voy a abundar un poco en el tercero. Desde la escuela de guión, desde el rodaje del corto al que te apuntas para adquirir cierta experiencia, desde la productora en la que entras como lectora, podrás empezar a relacionarte con gente de este negocio de la que podrás aprender y que te podrá ayudar. Te pedirán que leas sus guiones, que les ayudes en un corto y tú les podrás pedir algo parecido cuando tengas algún proyecto. Estas redes de amistad, estas relaciones valen, a veces, mucho más que una entrevista con un productor poderoso o, incluso, que un guión supuestamente brillante.

Espero que esta batalla te haya servido de algo. Si tu sueño es ser guionista de cine o de televisión (curioso ese “sobre todo”, se suele oír más lo contrario) no dudes y... a por él.

Mucha suerte, Bea, y cuéntanos cómo te va.