Día 9 en Los Monegros
El día 9 son las elecciones generales. Si todo va según lo previsto, ese día estaré con mucha gente en el lugar de la foto.
Sí, como imagináis, eso queda bastante lejos del colegio electoral de Chamberí en el que me toca votar.
Unos tipos habrán madrugado más aún que el resto del equipo para montar unas tiendas militares. Otros estaremos hacinados en una casa de temporeros que nos dejan cerca de Sariñena, la capital de la comarca. Ana intentará estirar el máximo el presupuesto para vestir con uniformes pardos a nuestra escasa docena de figurantes. Arturo, el productor, estará en cuclillas, tratando de encender un fuego que nos pueda dar el humo apropiado, mientras Marie intentará encontrar una manera de marcar un surco en los arcillosos suelos de los Monegros. Yo apenas habré dormido, pensando en cómo recuperar alguno de esos siete planos de retraso que llevamos acumulados. Víctor será el que peor lo pase: tendrá que aguantar las exigencias de todos los departamentos y responder a todos con una sonrisa. A Marc se le irá pasando el flipe con la Red One y comenzará a notar que el hombro le duele y se prometerá que no vuelve a hacer otro corto cámara en mano ni loco. Mirará al cielo, esperando que no se vuelva a nublar, como la víspera.
Todos ellos llevarán tres días levantándose hacia las cinco de la mañana y volverán el lunes a Barcelona, destrozados, después de haber intentado grabar un corto bélico con 10.000 euros.
Ninguno de ellos cobrará uno solo por su trabajo (sólo los eléctricos, claro. Y se lo merecen, sin duda).
Todos estarán ahí para ayudar a contar una historia que escribí hace un tiempo. Lo harán por vocación y por adquirir experiencia. En el fondo, para poder entrar, en el futuro, en eso tan abstracto que solemos llamar “cine español”.
Por eso, cuando leo que un candidato a la presidencia dice que está con los currantes que se levantan a las siete de la mañana y no con los artistas paniaguados del canon digital, siento algo extraño: no sé realmente de quién está hablando.
Unos tipos habrán madrugado más aún que el resto del equipo para montar unas tiendas militares. Otros estaremos hacinados en una casa de temporeros que nos dejan cerca de Sariñena, la capital de la comarca. Ana intentará estirar el máximo el presupuesto para vestir con uniformes pardos a nuestra escasa docena de figurantes. Arturo, el productor, estará en cuclillas, tratando de encender un fuego que nos pueda dar el humo apropiado, mientras Marie intentará encontrar una manera de marcar un surco en los arcillosos suelos de los Monegros. Yo apenas habré dormido, pensando en cómo recuperar alguno de esos siete planos de retraso que llevamos acumulados. Víctor será el que peor lo pase: tendrá que aguantar las exigencias de todos los departamentos y responder a todos con una sonrisa. A Marc se le irá pasando el flipe con la Red One y comenzará a notar que el hombro le duele y se prometerá que no vuelve a hacer otro corto cámara en mano ni loco. Mirará al cielo, esperando que no se vuelva a nublar, como la víspera.
Todos ellos llevarán tres días levantándose hacia las cinco de la mañana y volverán el lunes a Barcelona, destrozados, después de haber intentado grabar un corto bélico con 10.000 euros.
Ninguno de ellos cobrará uno solo por su trabajo (sólo los eléctricos, claro. Y se lo merecen, sin duda).
Todos estarán ahí para ayudar a contar una historia que escribí hace un tiempo. Lo harán por vocación y por adquirir experiencia. En el fondo, para poder entrar, en el futuro, en eso tan abstracto que solemos llamar “cine español”.
Por eso, cuando leo que un candidato a la presidencia dice que está con los currantes que se levantan a las siete de la mañana y no con los artistas paniaguados del canon digital, siento algo extraño: no sé realmente de quién está hablando.
Mariano, ¿hablas de la gente que va a matarse en mi rodaje? ¿Hablas de Ana, de Marie, de Arturo, de Eric, de Rubén, de Víctor, de Lolo o de Xavi? ¿Hablas de mí?
¿Necesitas agredir a un grupo de trabajadores para conseguir los votos de otros? ¿Es ése tu plan? ¿Sería ésa tu política si consiguieras la presidencia?
El día de las elecciones estaré con todos en los Monegros, decidiendo si realmente necesito un movimiento de cámara siguiendo al protagonista o si me gusta el cuadro que me propone Marc. Seguramente estaré un poco angustiado, tratando de no perder los nervios. Pero, en el fondo, también estaré satisfecho porque, gracias al tipo que inventó el voto por correo, habré podido enviar mi papeleta.
Evidentemente, el voto que irá dentro del sobre no va a ser para ti, Mariano, porque tú no lo quieres.
¿Necesitas agredir a un grupo de trabajadores para conseguir los votos de otros? ¿Es ése tu plan? ¿Sería ésa tu política si consiguieras la presidencia?
El día de las elecciones estaré con todos en los Monegros, decidiendo si realmente necesito un movimiento de cámara siguiendo al protagonista o si me gusta el cuadro que me propone Marc. Seguramente estaré un poco angustiado, tratando de no perder los nervios. Pero, en el fondo, también estaré satisfecho porque, gracias al tipo que inventó el voto por correo, habré podido enviar mi papeleta.
Evidentemente, el voto que irá dentro del sobre no va a ser para ti, Mariano, porque tú no lo quieres.
Etiquetas: cine español, cortometrajes, personal
11 Comments:
¿A las 5 de la mañana?¿Casa de temporeros?¿Sin cobrar? ¿Pero la vida de los titiriteros no era fiesta, subvenciones, galas, orgías, festivales, levantarse a las tres de la tarde rodeado de lozanas cabareteras entre alcohol y drogas...? Carambas don Mariano, creo que me he equivocado al elegir el grupo de titiriteros al que me he unido.
Supongo que esa foto es un efecto digital creado en los maravillosos estudios donde llegaré cada mañana llevado por una limousine a un camerino donde no faltará, por supuesto, una cesta de frutas, un gimnasio completo y toallas limpias...
En cualquier caso, y gracias al voto por correo, Don Mariano, tenga muy claro que el mío no será uno de esos votos de los que está tan seguro de recibir.
Ya tengo ganas de llegar y ponerme manos a la obra. Un abrazo.
Lolo
Vaya... ¡mi actor protagonista ha leído esto! Ejem... creo que me he pasado dramatizando las condiciones del rodaje, al menos eso es lo que espero.
Me temo que lo del gimnasio y la limusina no va a ser del todo posible, lolo, pero, eso sí, intentaremos hacerlo todo lo más cómodo posible.
Yo también tengo muchas ganas de ponerme manos a la obra. Gracias por leer, lolo. Un abrazo fuerte.
No te olvides del figurante 14 eh?
me pica la barba que no veas...
un abrazo
Bueno, Daniel, imagino que Mariano identifica el mundo del arte con el video de yoestoyconzapatero, las alusiones políticas en los goyas, las manifestaciones con caras conocidas donde llaman asesinos a los de su partido... , y estará un pelín dolido. Estamos en campaña electoral y tiende a generalizar, pero, ¿no lo hacemos todos?
Suerte con tu rodaje.
No sabes lo identificado que me siento.
Esta semana se graba un corto que escribí el año pasado.
No es en los Monegros, sino en una superurbanización de las afueras de Madrid, pero comparte muchas cosas de lo que cuentas: un presupuesto reducido, nadie cobra, el dire y el de foto también están flipando con la dichosa Red One (ya les he pedido que me la presenten...), hay muchas ganas y mucho talento en eclosión.
El mío es una comedia minimalista sobre la globalización. Ahí es nada.
Te veré en próximos festivales.
Mucha mierda, compañero.
Olé, olé olé... Bien por los titiriteros , cómicos y artistillas!!! Bien porque gracias a la turba de energúmenos se les acabó el cinismo y decidieron no permitir que otros votaran por ellos!!! Bien por tí! Ojalá los nuestros no nos abandonen el 9 de marzo.
cojonuda la entrada. Felicidades
Muy bien dicho. Mucha suerte con el corto y a disfrutar!
Por cierto, me sumo a club de los guionistas con directores de foto flipados con la Red One.
En una noche de insomno encontre tu blog. Hoy que lo he releido por antojo me doy cuenta de los gratos momentos que me has hecho pasar y mi falta de educacion al no dejarte ni un misero comentario. Espero subsanarlo mas a menudo.
Un abrazo desde la ataraxia
Muchas gracias a todos. Especialmente a ti, sun-t, estos comentarios animan a seguir.
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