Comenzando el año
Acaba de empezar el último día del año cuando me pongo a escribir esto. Son las doce y veintiséis de la noche, de la madrugada. En menos de veinticuatro horas estaremos comiendo uvas, abrazándonos a seres queridos y brindando con cava, esperando, sin demasiado fundamento, que los próximos 365 días sean sustancialmente diferentes de los últimos 365.
Tengo el netbook en las rodillas, estoy sentado en la cama de la casa de mis padres, en Pamplona. El estómago lleno de turrón. No he comprado los regalos para la familia. Planeo hacerlo mañana. Vosotros leeréis esto, como pronto, el día 3 de enero. ¿Y porqué carajo lo estoy escribiendo ahora, en Pamplona, en lugar de dormir o de seguir leyendo unas páginas de “Celacanto”?
Por que, si todo va bien, el día 3, cuando leáis esto, yo no estaré en condiciones de escribir posts. Si todo va bien, el día 2 habré comenzado mi P.A.S. 2011. Es decir, mi Pequeña Aventura Suicida de 2011.
Ya os conté en este post que llevaba cierto tiempo escribiendo un guión que quería dirigir y protagonizar. Bien, pues ha llegado el momento de empezar a grabar algunas secuencias. No será un rodaje convencional, en el que todo va seguido. Tres, cuatro, seis, ocho semanas de esfuerzo continuado. No. Nosotros tardaremos mucho más. Cuando no hay dinero uno debe hacer parones, adaptarse a horarios, disponibilidades de actores, localizaciones, etc. Iremos rodando a salto de mata, teniendo que estar muy pendientes del raccord: que ningún actor tenga el pelo mucho más largo o corto que hace un mes cuando rodamos con él por última vez.
No ha habido subvención alguna. Tampoco hay productor. Cubriré los gastos con algo de dinero que he cobrado de guión escrito hace años (bueno, cobro una opción de ese guión: no es mucha pasta) pero, con eso no tendré para pagar a los actores y técnicos. Tendrán que ser voluntarios. Eso sí, si este proyecto tuviera beneficios en algún momento, recibirían su parte.
Pero es difícil que eso ocurra: no hay acuerdo alguno de distribución. Tampoco ningún festival interesado, ni cadena de televisión, por supuesto.
Sí, la “S” era de suicida.
Para esta locura cuento con la ayuda de varias personas. Sobre todo de mis amigos Oriol Puig, el director de algunos de mis cortos favoritos de los últimos años, y Eladio Sánchez Agudo, su habitual y excelente director de foto. También me echarán una mano Laura Renau, amiga y encargada del vestuario de las películas de Jonás Trueba y Félix Viscarret entre otros, y Cristina Laguna, estupenda montadora que ya ha trabajado en algunos de mis cortos y en unos cuantos largometrajes. Poco a poco, se irá incorporando gente a este pequeño proyecto. Me encantaría poder contar con muchos más, pero me sentiría mal pidiendoles que trabajaran por nada.
Ayer para vosotros (dentro de tres días para mí), estuvimos (estaremos) en cierto encantador hotel madrileño, el Señorial.
No teníamos (tendremos) claqueta. Pero alguien dijo (dirá) acción y Eladio pulsó (pulsará) el botón rojo en la máquina de fabricar sueños. Y entonces todo empezó (empezará).
Aquí, en cuanto pueda, colgaré los primeros segundos de la primera toma.
2 Comments:
Bienvenido a la guerrilla : )
¡Gracias, Luis!
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