Pequeño curso de ética promocional
Aquí tenemos dos carteles que salían hoy en las páginas de cine de El País, así, juntos.
Me he parado a pensar un poquito en ellos.
Sobre todo en el primero.
He visto a la guapísima Jennifer López, con un escote aparentemente descuidado. Un poquito más abajo, unas siluetas huyendo. Más abajo, unas llamas. Todo esto sugería que estaba ante un thriller con prota sexy. Después, el título: "Ciudad del Silencio". Un título un poco extraño, me ha parecido, ya que no había ciudad a la vista.
Al tiempo, he caído: "¿No será ésta la película sobre los crímenes de Ciudad Juárez?"
Efectivamente, la crítica de Javier Ocaña, unas pocas páginas antes, me aclara que es ésa
Bien, "¿y qué?" - diréis algunos: "los de marketing intentan vender un thriller con el cuerpo de Jennifer López como reclamo y los crímenes de Ciudad Juárez como telón de fondo."
Perfecto, ¿no?
En mi opinión, no.
Porque hay cosas que no mezclan bien. Por ejemplo; el agua y el aceite, el Mangaroca y la Coca Cola - fiaos de mí en esto último. (Y luego diréis que este blog no es útil).
Una película que trata de los asesinatos de unas 400 mujeres en Ciudad Juárez (muchos de ellos todavía impunes) no puede venderse aprovechando el atractivo físico de la periodista supuestamente enviada a cubrir las noticias.
¿Alguien se imagina que "Te doy mis ojos" se hubiera intentando vender con un cartel de una voluptuosa y atractiva Laia Marull insinuándose al espectador?
Todos sabemos que un cuerpo atractivo puede servir para vender. Pero a veces hay que renunciar a algunos ganchos para poder conseguir cierta imagen de autenticidad. ¿Iría más gente a ver las películas de Ken Loach si estuvieran protagonizadas por obreros cachas y atractivos en camisetas de tirantes? Yo, personalmente, creo que perdería a sus espectadores, que buscan un cine serio y auténtico y no conseguiría "engañar" a nuevo público con un ardid tan zafio.
Eso sí, irónicamente, según la crítica de Ocaña, el cartel refleja fielmente lo que es la película: un desastre, extraña mezcla de thriller, drama basado en hechos reales y vehículo para el lucimiento de la López.
A veces, pienso, hay que decidir si se quiere hacer espectáculo o si se quiere ser mínimamente honesto y los estudios de Hollywood (véase la divertida trama sobre esto en "The Player") suelen ser dados a adoptar muy habitualmente soluciones de compromiso que dan malos resultados artísticos, económicos y éticos.
Porque, y esto es lo que más me importa, como también viene a decir Ocaña, hay algo escasamente ético en hacer una película sobre los crímenes de Ciudad Juárez y mezclarlos con el canalillo de la actriz protagonista.
Bien.
¿Y qué pinta el cartel de al lado?
Para mí, es lo contrario. Un ejemplo de imagen que es honesta con su tema y con sus espectadores como, posiblemente lo será también la película.
¿A alguien le molestaría que el chico no llevara camiseta o que las chicas fueran más escotadas?
Evidentemente, no. Pero es que la peli, al parecer va de varias chicas que quieren vengarse del chico...
...no de la masacre del Instituto de Columbine.
En resumen, tal vez convendría usar un poquito de eso llamado sentido común, imprescindible para contar bien una historia, sea con imágenes, palabras o en el idioma de los sordomudos.
Aprovecho para anunciaros que, dentro de poco, la estupenda story editor Ana Sanz Magallón publicará un libro precisamente sobre esto: el sentido común a la hora de contar historias. Os informaré cuando sepa algo más.
No lo he leído todavía, pero estoy seguro de que será muy bueno.
Uso mi sentido común: la gente inteligente y brillante suele escribir cosas inteligentes y brillantes.
Corrección (1-03-2007): En el cartel de "Ciudad del silencio" sí figura una ciudad. En pequeño, y de modo muy discreto, en la zona central. No se apreciaba bien en el anuncio de El País pero sí en el cartel callejero que he visto esta tarde. En este blog hay más correcciones que entradas. No tengo remedio.
6 Comments:
A mi la sola presencia de Jennifer López me parece razón suficiente como para NO ver esa película. Y si sale insinuando cachaza ya ni te cuento...
En el fondo las dos son honestas. La de Jennifer vende a Jennifer, porque la película -que no he visto, no pienso ver y ni siquiera pienso bajarla de emule- es eso, un star vehicle movie y no una de denuncia social. Así que el problema no es el cartel sino el planteamiento de la peli en su conjunto, de hecho, el cartel es coherente con el contenido. Sería una traición al espectador si nos pusieran imágenes de ciudad Juárez, sucias, decoloradas (rollo González-Iñárritu), junto con una foto de una calle cualquiera, una casa cualquiera y la cinta de la poli de "No cruzar" atravesada en la puerta. Más auténtica sí, pero alejada totalmente del espíritu real de la historia.
Javier Ocaña es imbécil. Una vez más lo ha demostrado.
Hombre, entiendo el fondo de lo que dices, pero tampoco sale como en los videoclips, sale en vaqueros y de medio lado. Además quienquiera que haya hecho esa peli, al margen de su calidad, sabe que JLo es su baza para llegar a más gente y comunicar el mensaje de la película. Dicho de otro modo, que se vea a JLo, por perverso que suene, será el vehiculo por el que mucha gente le dará importancia a esas mujeres asesinadas. Al menos lo veo así en este caso concreto. Y en cuanto a todas contra él, tenía que haber salido en bolas, y estaríamos tod@s más contentas.
Besos!
Espero ansioso ese libro de Ana que anuncias. Y, conociendo su labor de story editor, lo recomiendo a todos los habituales del blog.
He visto ciudad del silencio. La vi porque me interesaba el tema que tocaba, pero quede decepcionado porque no pasa de un mediocre thriller, que lo mismo podria haberse rodado en cd Juarez que en otro sitio, y lo peor, el tema principal se diluye.
Lo que me da mas corage es el personaje de J Lopez, personaje tipico, que viene del esterior para arreglar o mejorar las cosas.
El verdadero protagonismo debio de recaer en el responsabe del Diario El Sol, que es quien lucha por dar a conocer todo eso.
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